Semana de Lactancia Materna. Prevención de Mastitis.
La lactancia materna vuelve a estar en auge tras ponerse de acuerdo el
conjunto de matronas, médicos y la Organización Mundial de la Salud en que es
la mejor alimentación para el recién nacido. La OMS recomienda la lactancia
materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé.
La mastitis puerperal constituye la principal causa de destete
precoz.
Se puede definir la mastitis como la inflamación de uno o varios lóbulos de
la mama pudiendo ir acompañado o no de infección. Cuando se relaciona con la
lactancia se le conoce como mastitis de la lactancia o mastitis puerperal. La
incidencia es variable y suele ser inferior al 10%. En la mayoría de los casos
se presentan en las primeras 12 semanas aunque puede ocurrir en cualquier
momento de la lactancia.
El dolor intenso en la superficie de la mama junto con signos inflamatorios
(induración, tumefacción, enrojecimiento, hinchazón) y que puede ir acompañado
de síntomas generales, como fiebre, escalofríos, malestar general, cefaleas,
etc., suele ser la sintomatología más representativa.
Las dos principales causas de la mastitis es el
estasis de la leche y la infección. El estasis de la leche suele ser la causa
primaria y ésta puede acompañarse o no de infección. El principal agente
etiológico de la mastitis infecciosa suele ser el Staphylococcus Aureus
Se sugiere al equipo de salud realizar las siguientes intervenciones para prevenir la mastitis puerperal
- Educación en la
lactancia materna, hay que mejorar los conocimientos por parte del
paciente del manejo y fisiología de la lactancia materna.
- Comenzar el
amamantamiento lo antes posible tras el parto.
- Fomentar el
contacto piel con piel, ya que permite el agarre precoz del pecho.
- No usar chupetes ni biberones al inicio de la lactancia.
- Aumentar la
frecuencia de la lactancia materna, hay que amamantar muy a menudo para
facilitar el vaciamiento completo de la mama.
- No es
recomendable dejar la lactancia ante un episodio de mastitis por mayor
riesgo de absceso.
- Alternar una
mama con la otra para facilitar el adecuado vaciamiento, permitir que el
niño termine un pecho para ofrecer el otro.
- Amamantar sin
restricciones, tanto en la frecuencia como en la duración de las tomas.
- Masajear la mama
antes y durante la lactancia materna, con el objetivo de ayudar a la
extracción de la leche de la glándula mamaria y ablandar el tejido de la
mama.
- Usar compresas
tibias antes de dar el pecho y frías después de la lactancia.
- Mantener los
pezones limpios y secos para prevenir la aparición de grietas, el uso de
la leche en el pezón previene su aparición ya que contiene linfocitos e
inmunoglobulinas.
- Evitar la
utilización de cremas, lavar con agua limpia y sin jabón durante la ducha.
- Explicar
técnicas y posiciones correctas de colocación del bebé para un correcto
amamantamiento con la finalidad de evitar lesiones en los pezones y
facilitar la adecuada extracción de la leche.
- Controlar que el
bebé esté realizando un buen agarre del pecho.
- El uso de sacaleches, bombas de extracción o evacuar de forma manual pueden ser efectivos para evitar el dolor, facilitar el adecuado vaciamiento de la glándula y reducir el riesgo de ingurgitación y dermatitis.
- Cuando el dolor
es muy intenso o existen grietas en una de las mamas comenzar la succión
de la mama menos afecta para estimular el reflejo de la oxitocina.
- Relajación,
control de la fatiga y del estrés, descansar y mantener una adecuada
alimentación e hidratación.
- Proporcionar asesoramiento de apoyo y una orientación clara acerca de todas las medidas para el tratamiento.
Tratamiento farmacologico:
Analgesicos y antiinflamatorios.
Antibioticos: el uso de los mismos puede acortar la duracion de la mastitis aunque existen controversias entre estudios.
Fuente: https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/mastitis-puerperal/
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