Fundamentos de las Estrategias utilizadas para el  Control de Bacterias Multirresistentes

Las medidas de prevención de las BMR en general son de 2 clases: 


1. Control de la transmisión
2. Empleo racional de los ATB.

1 – Control de la Transmisión
El control de la transmisión se centra sobre la prevención de la diseminación de las bacterias, principalmente a través de las manos contaminadas de los trabajadores sanitarios y del ambiente, como las superficies y los equipos contaminados.

La flora cutánea puede ser transitoria o residente.
La flora residente se halla sobre todo en la piel no expuesta y representa a una población de gérmenes poco virulentos.
La flora transitoria se encuentra en la piel expuesta y tiene que ver con las infecciones asociadas a la atención sanitaria. 
Las bacterias que forman parte de la flora transitoria en general se transmiten por el contacto con superficies contaminadas y son más fácilmente eliminadas por la higiene de las manos.
Las manos de los trabajadores sanitarios están implicadas en la diseminación de las infecciones intrahospitalarias y son la manera más frecuente de transmisión de estas bacterias a los pacientes vulnerables. Además de las manos, cada vez más estudios demostraron la importancia de la transmisión de estas bacterias a través de objetos, como las ropas y el equipamiento personal de los trabajadores sanitarios. También se han cultivado BMR de la superficie de lavatorios, barandas de las camas y agua de los respiradores, donde persisten durante meses.
Un estudio retrospectivo mostró que el paciente hospitalizado en una habitación que antes estuvo ocupada por un paciente con SARM o ERV tenía a su vez mayor riesgo de infección por estas bacterias.
Por eso se recomienda el aislamiento de los pacientes con BMR y el empleo de camisolines y guantes para el personal de salud que los atiende. 


2 – Empleo Racional de Antibióticos
La herramienta que complementa la prevención de la transmisión para el control de BMR es el empleo racional de los ATB. El empleo de ATB, especialmente el empleo incorrecto, es la causa principal del surgimiento de resistencia a los ATB.
Puesto que por lo menos un tercio de los pacientes que ingresan al hospital recibirán ATB, abundan las oportunidades para su empleo inapropiado. La exposición a los ATB no sólo afecta al paciente que los recibe, sino que también aumenta el riesgo de colonización por BMR entre los contactos cercanos.

Los programas que promueven el empleo criterioso de ATB pueden tener efecto importante sobre el control de las BMR.


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